viernes, octubre 06, 2006

¡Ah!...ahora soy yo solo

¡Ah!....
Si tan solo supiera el cómo,
La razón no sería más necesaria,
Y la cautela, llanto de segundo amor.

Si aparecieras, nuevamente ante mí,
La necesaria esperanza de todo hombre perdido, en tus seducciones,
Sería para mí un ridículo sueño,
Que baldío, dejaré pasar.

Con cierto aire de desengaño,
No me dejo acosar por escrúpulos ni sermones,
Autocontenidos,
Desdichas que velan en mi conciencia.

Ahora la razón,
Pasajera, es mi aliada,
Pero el corazón dicta mejores argumentos,
Y se lacera con ánimo suicida.

¡Atrás! Que ya no te quiero más,
Consúmete, sin pedirme aliento,
Sin tenerme de alimento estacional,
Arremete sin más y ven a llevarme.

Aquí te encontrarás con nada,
Porque he dejado,
Cansado, sí, aunque lo niegue,
La seducción de tu canción.